Hoy escribo desde mi, de mis ideas, de mis pensamientos y del sentimiento que me rodea.
Elsentir odio o rencor es una falta de aceptación de la vida misma, de sus, el resentimiento es la falta de aceptación de « ser un ser humano », imperfecto, emocional, sensible, crítico, duro y culpable. Allí está la base de todos nuestros problemas.
La situación es un poco complicada, porque cuando poseemos resentimientos, siempre estamos investigando afuera el causante de nuestro dolor, pero nunca concebimos que vivimos inmersos en el dolor porque no consentimos la vida que tenemos, no nos aceptamos a nosotros mismos, ni a las personas que nos rodean.
Procuramos que la gente sea impecable, pero no somos competentes de serlo nosotros mismos. Criticamos, juzgamos y condenamos a los otros y a la vida misma, sin darnos cuenta que todo aquello que estamos criticando son los errores que nosotros mismos perpetramos, de una manera u otra, sin excepción
Queremos una vida perfecta, pero producimos dolor a los otros, por el sólo hecho de ser una raza de tanta diversidad.
Debemos que defendernos de los unos contra los otros para formarnos un pequeño espacio en el mundo que nos ampare a salvo. Allí nos encerramos, nos albergamos y en ese pequeño espacio navegamos durante toda nuestra subsistencia, negándonos la posibilidad de conocer otros mares; lo cual nos produce una visión minúscula, cerrada e insípida
Por otra parte, nuestro dolor no nos accede a observarnos, ni escucharnos para comprender que dentro de nosotros mismos tenemos un « Yo » que constantemente nos está guiando, que nos habla y al cual no podemos escuchar por el ruido que hace nuestra mente.
Todo el mundo sabe que eso es así, porque todo el mundo alguna vez en su vida ha sentido una ayuda mágica, a la cual le hemos puesto el nombre de Dios. No importa como lo quieras llamar, el hecho es que tú bien sabes que está allí, dentro de ti, y que de vez en cuando viene en tu ayuda para reivindicar tu dolor. Pero ese no es en realidad su papel!
Su labor es conducirnos, darnos lecciones de madurez y de comprensión sobre lo que es la vida para que la amemos con sus altos y sus bajos. Nuestra naturaleza interior es vivir en armonía con el mundo que nos rodea, y cuando actuamos consciente o inconscientemente en contra de nuestra naturaleza, nos sentimos culpables de hacernos daño a nosotros mismos.
En ese momento indagamos una condena porque nos sentimos malos. En el fondo, comprendemos que no hay nada que nos pueda dañar que provenga del exterior. Por eso, puedo decir con propiedad que el perdonar a los otros es una ilusión. A la única persona que tenemos que perdonar es a nosotros mismos
.
Quizás suene incongruente, ya que los hechos de la infancia como padres que fallaron permanentemente, desilusiones en las amistades o con novios, etc. Pero a pesar de esto, afirmar que el perdón no se extiende a los otros, si no que el perdón se trata de la liberación de tus propios patrones de conducta, es decir, que la única manera efectiva para cambiar tu vida es perdonándote a ti mismo, de amarte a ti mismo y de aceptarte a ti mismo.
Hay que Arriesgarse a sentir el dolor, porque de todas maneras lo sientes. Sólo se debe aceptar para dejarlo salir. No esconderlo dentro de ti porque eso sólo te hace daño. Qué incongruencia interior tenemos, cuando por el dolor que los otros nos causan, nos herimos a nosotros mismos.
Tú ira, no perjudica a los demás ya que el que te dejó por otro, la persona que te botó del trabajo, el que te abandonó, el que te maltrató, el que te falló, el que te violentó, etc. La rabia sólo te hiere a ti, y esa es la prueba más grande asegurar que el abrirse a limpiarse por dentro, se puede vivir mucho más ligero y mucho más feliz.
El consejo máximo es la palabra: OLVIDA.
Yo te perdono en Inglés es: I forgive you , su traducción al español quiere decir: « yo te olvido ». Es decir, que olvidar es borrar de tu memoria el dolor.
El mirarlo como a un amigo, agradecérselo una y mil veces, porque te ha enseñado y porque te ha moldeado como ser humano.
Todo somos seres emocional, por lo tanto sientes lo bueno, pero también vas a sentir lo malo, se debe olvidar aquella tontería la cual te causa seguir hiriendo a ti mismo, de seguirte castigando por lo que los otros te hicieron.
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