Huelga de Hambre Mapuche: El nefasto proceder de la Cepal y el Gobierno

Posted by USO DE LA CONCIENCIA On lunes, 4 de octubre de 2010 1 comentarios

Si bien este fin de semana, la huelga de hambre mapuche fue depuesta por la gran mayoría de sus adherentes, la situación es extremamente delicada y lo mas alarmantes es los diversos y confusos  comunicados gubernamentales y organizaciones internacionales. El de mayor importancia, el que anuncia, parcialmente en falso, la conclusión de la huelga, lo entiendo como propio del Gobierno, aunque se presente como resultado de mediación y acuerdo, pues así se deduce de su texto, con expresiones como “nuestro programa de gobierno”. Del mismo igualmente se infiere, no sólo por la forma, sino también por el fondo, que el Gobierno se ha negado a negociar directamente con representantes mapuche.

Quien opera de facilitador o mediador no debiera lavarse las manos tras haberse creido acreditado para anunciar la conclusión de la huelga “de forma inmediata”. Debiera instar al Gobierno a asumir sus compromisos, los presuntamente ya adquiridos, de forma que resulte convincente para todos los huelguistas de hambre. ¿Se puede imponer a quienes todavía se resisten a un acuerdo adoptado sin su participación ni la de sus representantes más directos? Quizás, una vez que la huelga de hambre ha logrado el éxito de poner en la agenda chilena e internacional la situación del pueblo mapuche, pero sólo ellos, los huelguistas, pueden decidirlo. Se siguen literalmente jugando la vida.

De la serie de comunicados, el más llamativo me parece el de la CEPAL del 28 de septiembre, con su pretensión de representar la posición de derechos humanos ante “lo que se ha denominado el conflicto mapuche“, con retruécanos como éste. La CEPAL, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, es un organismo de Naciones Unidas que se ha visto obligado a pronunciarse sobre la huelga de hambre mapuche ante la ocupación de sus oficinas en Chile por un grupo de apoyo. Su primer comunicado, el del 28 de septiembre, resulta realmente representativo de la posición de las instancias internacionales en Chile y de su connivencia con el Gobierno. Ignora el cuerpo más normativo de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, contentándose con una cita de su preámbulo; considera que el problema es de una “discriminación estructural” para diluir responsabilidades chilenas, añadiendo que el mismo problema “en la actualidad se interpreta como una falta de reconocimiento, promoción, protección y garantía de los derechos humanos”, como si esto fuese cuestión de interpretación, y proclama, después de estar así guardando silencio sobre los derechos sustantivos de los pueblos indígenas, que el reto actual es de falta de implementación del derecho, “situación de la cual Chile no está exenta”, como si la política chilena no se distinguiese por su desprecio de tales derechos de pueblos en cuanto tales, desprecio que así, por lo que se ve, comparte la CEPAL o al menos su oficina en Chile.

El mismo comunicado de la CEPAL se cierra con el broche de esta referencia: “la igualdad debe estar en el centro de la agenda de desarrollo para la región”, América Latina. El argumento de la igualdad lo blande el actual Gobierno chileno para no reconocer derechos de pueblos indígenas, heredándolo de la forma como se planteara la reforma constitucional propuesta por el Gobierno anterior. La CEPAL apoya la posición pese a que, entendida en tales términos, es contraria al derecho internacional de los derechos humanos por consideración a los derechos no sólo de los pueblos, sino también de las minorías (recuérdese el expresivo artículo 8.3 de la Declaración sobre los Derechos de las Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas). La CEPAL se remite a su reciente publicación La Hora de la Igualdad: Brechas por Cerras, Caminos por Abrir, de este año 2010, la cual, con su olímpica ignorancia de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, desde luego que le autosustenta. Incluso es la misma persona quien autoriza los comunicados y quien coordina La Hora de la Igualdad, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL Alicia Bárcena.

¿Cómo pueden seguir comportándose las agencias internacionales con tamaña desfachatez supremacista de cara a derechos humanos de pueblos y, por tanto, de personas? Por si algo faltara, la CEPAL intenta al final del comunicado de marras encubrir sus retruécanos con una remisión a la labor desarrollada poe el Relator Anaya, quien, ante lo visto, debiera tal vez marcar distancias respecto a las instancias tanto internacionales como chilenas que le invocan desvergonzadamente en vano. Puede temerse con todo que las agencias de Naciones Unidas en Chile vuelvan a encubrir al Gobierno de Chile en su falta de voluntad de asumir compromisos con el pueblo mapuche, ahora en la posible defraudación del acuerdo para la conclusión de la huelga de hambre, posible por los términos como se ha producido. ¿No correspondería que se designase como garante internacional, por ejemplo, al Relator Anaya?

El comunicado sobre la conclusión parcialmente fallida de la huelga de hambre también utiliza fórmulas de exculpación del actual Gobierno de Chile: “El gobierno considera que lo que en derecho corresponde es no perseverar en la querella terrorista presentada en su oportunidad bajo la presidencia de doña Michelle Bachelet“. Si es lo que en derecho corresponde, ¿cómo le ha hecho falta al Gobierno actual una larga y penosa huelga de hambre para percatarse? ¿Y cómo se le puede imputar en exclusiva al anterior Gobierno una política que apoyaron en su momento y han querido mantener los miembros del actual comenzando por el Presidente don Sebastián Piñera? ¿Cómo puede el mediador, obispo de una iglesia, avalar tal pretensión de exculpación sin confesión, restitución ni penitencia? En Chile, la responsabilidad, o más bien la impunidad, del Gobierno, o más bien del Estado, concurren en sustraerla medios tanto de la Iglesia Católica como de las Naciones Unidas.

Lo más grave sigue siendo lo segundo. Por virtud de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, estos pueblos son ahora sujetos políticos reconocidos en el orden internacional, pero las agencias internacionales en Chile coinciden con el Estado chileno en la negativa tan siquiera a tratar directamente con ellos. Es la mayor denegación que pueda darse de la mera posibilidad de que sean reconocidos como sujetos de derechos, de que la Declaración sea así operativa. La huelga de hambre ha puesto de manifiesto el problema específico más grave de la situación chilena. Logrado tanto, me sumo a quienes llaman a los huelguistas de hambre a que salven su vida sin deponer sus exigencias.

1 comentarios:

Etznab 6 dijo...

¿Cómo dice el adagio latino?
DIVIDI VINCIT.
La Historia ya dictaminó sentencia: Las tribus no pueden contra el Estado. El Estado sí puede eliminar a las tribus.

Natividad, mediática vocera, dejó la postura mapuches muy clara: quieren dar un paso al costado de la "globalización". Volver al Estado anterior a la "incorporación" de 1881.
A diferencia de los Mayas en Chiapas, a los que muy bien citaron en el epígrafe de vuestro medio digital, no lo van a conseguir. A menos que de verdad "se jueguen la vida".

Si hay tanto "wichafe" dando vueltas por ahí, quemando lo que puede quemar, ¿por qué no son tan hombrecitos de ser los primero en "ofrendar la vida si fuese necesario"?

Volviendo a Natividad, en el programa Estado Nacional del domingo 3-10-2010, quedó de manifiesto la ambiguedad de sus metas, ya que ante la pregunta del Joignant, el supuestamente izquierdista de ese grupito, ¿autonomía o soberanía? Ella no tuvo una respuesta clara y sólo se limitó a repetir: Queremos hacer lo que noostros queramos.
Sin u objetivo claro, es imposible montar una estrategia coherente y, por lo tanto, "winner".
Lo otro y que resultó chocante fue la típica postura mapuche, ante la pregunta del panelista DC (nadie podrá reemplazar a "Pirincho", asesinado políticamente durante la anterior campaña precidencial por su "vencedor"): "¿Se consideran la base del pueblo chileno?".
Muy horonda, por no decir "parada en la hilacha", ése es asunto suyo, nosotros somos mapuches, no chilenos.

Mientras se comporten de esa manera, serán tratados de la manera en que son tratados, por la sencilla razón de que "al no ser chilenos", ¿por qué tendríamos que tratarlos con las mismas leyes que a los chilenos?

La razón estratégica demanda que para ganar un conflicto, se debe tener fuerzas abrumadoras y los mapuches son sólo 2 de los 16 millones de habitantes de este territorio llamado Chile. Por lo tanto, para obtener sus objetivos, deben contar con el respaldo de millones de personas que "no-mapuches", lo que ellos mismos autoboicotean con declaraciones de ese tipo.

Entre "vamos a matar cholitos" y "vamos a matar mapuches", no hay diferencia y vaya cómo he escuchado ambas frases.

CONCLUSIÓN: Las hambrientas fuerzas de la depredación globalizada quieren incarle el diente a la novena región. El Estado es el garante de que ello suceda. La población sólo quiere más empleos, el Estado asegura que la globalización los proveerá, ergo: los mapuches no tienen por donde. Sus victorias son pírricas.

ADVERTENCIA: Debieran haber aprendido del sabio Subcomandante y no de los pirros que han aprendiendo a perder.

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