Orquesta de Cámara de Chile en tour por la Región de Magallanes
Hace 12 minutos
hacen olvidar durante 90 minutos las penurias sociales, individuales y hasta las del alma, de millones de personas que supuestamente hacen a un lado sus preocupaciones por el solo hecho de ver la pirueta de uno de los 600 humanos protagonistas del espectáculo. Pero no se puede desconocer que ésta también es una actividad propia del arte, la belleza, la táctica y la estrategia. Es decir, un evento de fútbol, más aun si tiene características mundialistas, como los que se verán en Sudáfrica, es propio para dejar de lado la realidad durante minutos, horas, días y semanas; también para evidenciarla, pero de igual manera lo es para esconderla.
Veamos, entonces, además de los hechos deportivos del Mundial de Fútbol, que de todas maneras disfrutaremos, otros datos que giran alrededor del balón y llevan a la multinacional llamada FIFA a ser la protagonista coyuntural de un evento que, sin lugar a dudas, trasciende las propias expectativas deportivas y que pone a girar el mundo, así como el balón, en función de goles, fintas, jugadas y título, pero que no son más que hechos económicos y sociales que, a pesar de no aparecer como importantes en la esc ena futbolística, sí son los más preponderantes a la hora de los balances.
o a su entorno; uno de los gigantes más desconocidos en nuestra aldea global. Miembro de la ONU, de la UA y de la Commonwealth, cuenta con tres capitales –una para cada poder–, dos idiomas europeos (uno de ellos bastante local, el afrikáans) y nueve africanos, y la mayor mezcla étnica del continente. Su propio lema nacional así lo reconoce: “Unidad en la diversidad”. Jacob Zuma es el actual líder del Consejo Nacional Africano (CNA) y presidente del país.
Tiene un 50 por ciento de habitantes por debajo del umbral de la pobreza y un 82 por ciento de alfabetización, por lo cual, con respecto a sus vecinos, muestra un desarrollo importante. No en vano su economía representa una cuarta parte del PIB de toda África, con empresas como SABMiller, la segunda cervecera más grande del mundo. Sus principales ingresos provienen de la exportación de oro y diamantes, y, a estas alturas, todos tenemos una idea de lo que ambas industrias le causan al medio ambiente y asimismo a quienes trabajan en ellas, pero sin duda son una gran fuente de riqueza.
la pobreza y las drogas se añade la que proviene del desquite racial. El apartheid se abolió en 1994 y, pese a los planes del gobierno (que obligan a los blancos a vender), solamente el 10 por ciento de la tierra laborable es propiedad de los negros. La reforma agraria estatal no parece contentar a nadie y, ante las voces que piden mano dura y mayor rapidez, se alzan las de un millón de blancos que han abandonado el país, quejándose de la “discriminación positiva”. En 2008 se produjeron 18.000 homicidios y más de 71.000 violaciones (se suponen muchas más, porque allí este delito no suele denunciarse: uno de cada cuatro hombres admite haber obligado al menos a una mujer a tener relaciones no deseadas con él), y un enorme número de robos y asaltos. Las tribus indígenas están recuperando poder e imponiendo sus leyes ancestrales que durante tanto tiempo han estado prohibidas, algo que choca con las leyes generales del Estado.
La elección de Sudáfrica resultó muy controvertida y sigue causando polémica, no sólo por la situación del país sino también por el sistemático incumplimiento de plazos por parte de las autoridades, lo que ha llevado a la FIFA en varias ocasiones a plantearse una alternativa. También se han pasado del presupuesto aprobado, porque calcularon mal o gestionaron mal, y los 10 estadios en que se van a jugar los partidos se han tenido que construir enteros o reformar por completo, y aún no están todos listos. Mil cien millones de dólares han costado esos estadios, y no se sabe cuánto más gastará el Estado para entrar en la historia. Es poco o mucho, según como se valoren la diversión y el orgullo que van a proporcionar, y el negocio que se generará.
Al parecer todo esto es un juego para las autoridades y como si de una casa que espera visita se tratara, las autoridades han decidido hacer una "limpieza" de todos los seres "incómodos" que les pudieran dejar mal ante la opinión pública, ya que no en vano durante un mes el país será visitado por periodistas y autoridades de todo el mundo.
Niños abandonados, lisiados y enfermos sin esperanza que ambulaban por las calles han sido objetivos de un plan de recogida que los han llevado a centros y asilos. La buena noticia sería que este mundial sirviera para acoger a estos desgraciados de una manera real y duradera y no se trate tan solo de una maniobra cara al público que dure mientras transcurra el evento para después volver a la situación anterior.
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