“Contra-información” es el nombre temporal que le damos a los sitios o practicas que no logran constituirse en prensa proletaria. La Contra-información no puede ser vista como un lugar donde "informarse" ni entenderse como lo que los medios ocultan, sino que concebirla como un espacio de comunicación entre los explotados
Esta comunicación se entiende como una instancia donde los proletarios, a través de la información de los acontecimientos que viven en la cotidianeidad de la guerra social, teorizan lo que está haciendo el Estado y el Capital en relación a las luchas de los explotados de los cuales formamos parte. Dicha teorización no es más que el intercambio colectivo de experiencias que han de retroalimentarse en base a una creatividad destructiva a modo de enriquecer críticamente lo que estamos haciendo en pos de afilar la praxis para la aniquilación de la civilización. Claramente esto puede llevarse a cabo no solo mediante la “información”, sino que a través del soporte técnico es posible facilitar la lectura de textos y libros, estos han de cumplir una función de claridad.
Haciendo una reflexión el llamado no es a "informarse por los medios contra informativos", sino reflexionar-intervenir , comprenderlos como espacio de inclusión para reforzar las practicas antagónicas a las relaciones que reproducen la totalidad del proceso de valorización de capital: no han de ser "algunos", sino todos los que "ocupemos" ,en este caso la Red (como parte imposible de separar del funcionamiento del capital ) y creemos un lugar donde nos comuniquemos y teoricemos, colectivicemos experiencias y demases sobre lo que estamos haciendo y lo que podemos hacer, contrarrestando el dominio del lenguaje del capital. Acorde a lo anterior, y por tanto asumido que la red es parte del horizonte llamado capitalismo, no podemos dejarla de lado ni tampoco sacralizarla: hemos de ver los modos en que en este caso, como en todos los terrenos que ha programado el capital para su valorización, podamos sacarle un "valor de uso" para la lucha revolucionaria. Ahí es donde nuestra creatividad ha de volver estos recursos para la construcción de un lugar ajeno y desgarrador del espectáculo. Existen proyectos que pueden apuntar a aquello, este mismo se propone eso. Que proliferen y crezcan en términos cualitativos es tarea de todos. Claramente, y aunque creemos ha de quedar claro, no hacemos un llamado a "meterse en el computador todo el día", sino que a no descuidar este espacio pues lo consideramos vital para cualquier lucha.
Complementaria de las mismas. La consecución de estos puntos implica romper con la contra-información y crear un modo de comunicación proletario (¿prensa proletaria?) que no se diferencia de la prensa burguesa por el contenido, sino en su totalidad: en su hacer y decir, en su objetivo y medios para lograrlo, en su vinculación con la guerra social como parte de esta y no apéndice. Unir cada aspecto separado y re-unificado forzosamente que impide vincular la realidad a modo de volverla necesariamente destruible.
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